Ave azul

Ave azul

Llegaste a mí una noche como un ave azul,
mi intuición me susurro al oído ¡cierra las
puertas de tu corazón!, pero al presentirte
en mi piel creció girasoles y en mi alma
dormida nacieron tus motivos y me sentí viva.

Al estar contigo mi aire se sentía sutil
y mi paraíso perdido se entrego a tu misterio,
y me fui acercando como quien busca ser protegida,
mi camino se acompaso al tuyo, me dijiste ¡te quiero!
Y como loca invente alas para volar a tu horizonte.

Cada noche yo hacia ese viaje a tu encuentro
y cada vez regresaba con las alas rotas porque
sabía que en ti no existía mi refugio,
pero el tiempo trascurría y yo seguía buscando tu calor,
Viajar … regresar cada vez con cansancio en mi alma.

Sin tener compasión de mi sufrimiento te alejaste
como un ave que regresa a su destino buscando
calor en otros brazos… en otra vida,
me dejaste como una hoja que el viento juega a su antojo,
me tomaste, me hiciste tuya y luego me desechaste;
desdeñaste mi amor, mi entrega, abriste un círculo
dentro del medio del corazón que quedo sin protección.

Ahora que siento que soy libre regresas a mi buscando
el calor que antes despreciaste por surcar nuevos mundos,
pero ya es tarde, las grutas de mi pasión se secaron
de tanto llorar y esperarte, también mi tiempo se eclipso
y mis otoños ya pesan muchos para volver a comenzar,
vuela mejor a otro nido donde puedas descansar tus alas
ya marchitas “Ave azul”


© Ligia Rafaela